El cine del señor David Lynch es una ruptura con el cine contemporáneo, donde se rompe el esquema básico narrativo, tanto que el visual. Con su filmografía como referencia, además de una innovación en el terreno cinematográfico, todo en su conjunto podría ser denominado un nuevo estilo de cine, difícilmente al alcance de etiquetar.
David Lynch es un cineasta de lo abstracto, polémico a la vez que innovador, una de las brillantes mentes creativas del cine. Su cine está muy vinculado a su faceta artística de pintor, de hecho, la idea de hacer cine se produjo al contemplar uno de sus cuadros, deseó que la pintura se pudiera mover, el resultado fue su primer cortometraje experimental: Seis hombres vomitando. Sus siguientes cortos, El Alfabeto y la Abuela, son pesadillas infantiles acerca del miedo a la educación y a una familia represora.
“Todas mis películas son acerca de mundos extraños, mundos a los que nunca podrías ir a menos que los construyas y los reproduzcas en una película. Eso es lo que verdad me importa de las películas a mí: ir a mundos cada vez más extraños.” David Lynch.
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